Tradicion oral guatemalteca

Uno de los elementos que sin lugar a duda enriquecen culturalmente las tradiciones de cuaresma y semana santa guatemalteca es su tradición oral. Que junto a las otras expresiones que conllevan nuestra especial forma de celebrar el triduo pascual hacen un fenómeno por de más interesante y bonito.
El fenómeno es que a pesar que muchas manifestaciones populares se han perdido a través de los años, la cuaresma y semana santa no solo se ha mantenido si no que ha crecido y realzado su esplendor.
Con este crecimiento es increíble que una de las maneras de comunicación más antigua se mantenga, como lo es la tradición oral, pero ayer mientras como buen cucurucho hacia cola por mis turnos, oía con atención como cucuruchos más cartaboniados que yo hablaban sus historias, vivencias y leyendas sobre la semana santa.
Lo hacían con tanta pasión y fe que me di cuenta que las mismas historias de nuestros abuelos siguen vivas a través de las generaciones.
Las imágenes siempre serán milagrosas, siempre habrá leyendas y aparecidos, siempre existe un Jesús que nos habla a través de los demás. Una de esas historias que volvía a escuchar es la de aquel cucurucho que por falta de recursos no podía cumplir su promesa de cargar todos los años y que se puso su túnica para solo acompañar el cortejo cuando de repente alguien lo llama para cubrir un brazo ausente, y luego de terminado el turno y durante muchos años después nunca puede identificar a esa persona para darle las gracias, como si el mismo Jesús lo hubiera recompensado por su fe y así muchas otras que no alcanzarían los blogs para contarlas pero que forman parte de una tradición oral que sigue creciendo y lo seguirá haciendo mientras existamos cucuruchos .
Imagen Semana santa en linea: persona cartaboneandose (midiendo su altura) para poder cargar
Comentarios
Una de las historias que más gustaba escuchar es que en el tiempo de algún dictador de antaño los miembros del gobierno habían tendido una emboscada cercana a la 1era. calle de la zona 1, junto al Cerrito del Carmen, esto debido a que en la procesión de Jesús de Candelaria cargaban personas contratrias al regimen de turno y con la emboscada pretendendían capturar a estas personas. El cortejo procesional iba de acuerdo a lo planeado sin embargo, al acercarse al lugar de la emboscada, el anda de Cristo Rey se volvió tan pesada que los cucuruchos no la podían cargar y proseguir con el recorrido, por lo que se tomó la decisión de regresar por donde venían. Al momento de voltear el anda, ésta volvió a tener su peso original y se pudo continuar con el recorrido, dejando burlada la emboscada planeada.